A principios de la década de los noventa De Tomaso no era ni la sombra de lo que fue. La empresa fundada por Alejandro, el empresario burgués de origen argentino (de ahí los colores de su emblema) se encontraba en plena decadencia. Lejos quedaban los días de gloria en los que el Pantera, su modelo más emblemático, cosechaba trofeos por todos los circuitos del mundo, que le permitieron entre otras cosas, evitar la desaparición de Maserati al adquirirla mediante un consorcio de empresas que él capitaneaba.
De la competición a la carretera:
En 1991, Maserati presentó el Barchetta Stradalle, un biplaza con motor central que evocaba los míticos 350 y 450S de la marca del tridente, y que fue concebido para correr en el Grantrofeo Barchetta, una suerte de competición monomarca que discurrió mayormente por Italia y algunos circuitos de Europa entre los años 1992 y 1993.

Dada la buena relación entre Maserati Y De Tomaso, esta última se encargó de la fabricación de los 17 ejemplares previstos en su fábrica de Módena. Pero Alejandro vio en el modelo proyectado por Carlo Gaino posibilidades comerciales, y este aceptó hacerse cargo del diseño del nuevo deportivo.
Tecnología punta…:
Gaino no escatimó en emplear los mejores recursos existentes a la hora de dar vida a su creación. El chasis, fabricado en aluminio, acogía una suspensión delantera tipo Pushroad, usada hasta la fecha exclusivamente en Formula 1, y que eliminaba cualquier posibilidad de maletero.

En el apartado mecánico, por primera vez, se abandonaron los motores de origen Ford, y el Guará fue equipado con el propulsor M60 de BMW, el mismo que montaba el 840ci de la marca bávara. Todo el conjunto era vestido por una preciosa carrocería conformada en fibra de vidrio y kevlar.

El resultado era un conjunto que apenas superaba los 1000kg (1.050 para el barchetta y 1.200 para la versión coupé) animado por un V8 en posición central que desarrollaba 300cv, enviados a las ruedas traseras mediante una caja de cambios Getrag de 6 relaciones. Sus cifras, con un 0-100 en 4,8 segundos y una velocidad máxima de 270Km/h, eran de infarto.
…Y miseria:
El vehículo fue presentado en el salón de Ginebra del año 1993. Y ese mismo año, Alejandro sufrió un derrame cerebral que lo condenó a compartir sus últimos diez años de su vida con una semiparalisis.

Los primeros modelos, la mayoría coupes, fueron entregados a sus propietarios en 1994. Pero la situación económica de la empresa, junto con las escasas ventas del modelo, paralizaron varias veces su producción. Ni el cambio del bloque motor por uno de origen Ford en el año 1998 en un afán de reducir costes, lograron evitar que su producción cesase en 2004, año en que la marca entró en liquidación.

Las cifras de producción, 38 coupes, 10 barchettas y solo 2 cabrios, lo convierten a día de hoy en el modelo más desconocido, y quizás uno de los más cotizados, de la marca Ítalo-argentina.