El GT fue un deportivo alemán fabricado por Artega Automobil GmbH, el único realizado por una firma que tuvo un paso fugaz en la industria del automóvil, ya que se declaró en bancarrota en Julio de 2012, tan solo seis años después de ser fundada.
Seis años son pocos para una firma automovilística, pero suficientes para que Artega fabricase su GT, un gran desconocido para la mayoría de aficionados del automóvil que cayó demasiado rápida e injustamente en el olvido.
Los mejores ingredientes
El Artega GT es un deportivo biplaza de motor central. Si su compacto y musculado diseño te recuerda a algunos de los modelos de la marca favorita de James Bond, no vas errado. Su creador, Henrik Fisker, es el responsable de los Aston Martin DB9 y V8 Vantage, así como del icónico roadster BMW Z8. Y si, como su apellido indica, suya es la berlina eléctrica Karma, rival del Tesla Model S.
Tras su capó trasero se esconde una mecánica de origen Volkswagen, en concreto el VR6 de 3.6 litros que la firma de Wolfsburg montaba en la versión más radical de su exitoso Passat, el R36 (otro gran desconocido en nuestro país), y que como en este, sigue asociado a una caja automática DSG de 6 velocidades.
La carrocería, confeccionada en fibra de vidrio, ayuda a contener el peso del conjunto en los 1100kg. Así, los 300cv del propulsor alemán son suficientes para lanzar al pequeño deportivo hasta los 270Km/h, y emplear solo 4,8 segundos en alcanzar los 100Km/h. No es de extrañar que los medios especializados que probaron por primera vez el vehículo, elogiasen las prestaciones del GT, destacando su excelente maniobrabilidad y su inusual calidad de construcción para tratarse de un vehículo fabricado de forma artesanal.
Artega planeó una producción de 500 unidades al año a un precio de 75.000€, hecho que situaba al GT como una propuesta diferente frente al Porsche Cayman o Lotus Elise, vehículos con la misma filosofía de deportivo de motor central a precio asequible. Por desgracia la compañía empezó a sufrir pérdidas poco después de iniciar la producción, y se declaró en bancarrota en Julio de 2012, habiendo fabricado apenas un centenar de GT.
Si te interesa hacerte con una de las escasas unidades, a día de hoy pueden encontrarse algunas en el mercado de ocasión con precios similares a los que costaban nuevos. Si el presupuesto no te llega, siempre puedes hacerte con la maqueta a escala 1:18 que sacó Revell para ayudar a promocionar el vehículo.