En estos días de confinamiento necesario
que vivimos a causa de la pandemia por el virus Covid-19, nos hemos visto
obligados a limitar nuestras salidas a la calle al mínimo indispensable. Y por
supuesto, las visitas culturales no entran en ese grupo.
Seguro que a muchos de vosotros
la idea de visitar un museo no os entusiasma —a estas alturas de la película no
vamos a engañarnos—, pero si corresponde al de una marca de coches, la cosa
cambia. Y más si hablamos de una con tanta historia como Honda. La firma
nipona, pionera en el mundo no solo de la automoción, si no también en el
desarrollo de nuevas tecnologías, nos acerca hasta nuestra casa su Honda
Collection Hall, que inauguró en el año 1998 con motivo del 50 aniversario de
su fundación.
Historia desde el sofá de casa
Hace unos años era del todo
impensable poder tan siquiera ver una calle en tres dimensiones desde un ordenador,
pues parecía un hecho reservado a la ciencia-ficción. Pero la tecnología avanza
y Google Maps, uno de las aplicaciones más destacadas de la última década y que
nos ha facilitado la movilidad hasta límites inimaginables, fue un paso más
allá al permitir acceder a ciertos edificios desde su mapa de manera virtual.
Honda no ha querido perder la oportunidad con está función de enseñar al mundo su historia a través de sus modelos —más de 350 vehículos—, expuestos con mimo en el edificio que la marca tiene destinado para tal fin, y ubicado en el circuito de Twin Ring Motegi, en Japón
El poder de los sueños
Siguiendo este enlace empezará nuestra visita virtual, y podremos desplazarnos por las tres plantas que conforman el edificio como si fuéramos un visitante más. En la primera nos dará la bienvenida ASIMO, el famoso robot humanoide de Honda que fue presentado en el año 2000, y que está escoltado por una extensa muestra de avances tecnológicos, tales como diferentes prototipos de autómatas o los futuros sistemas de propulsión del mundo del automóvil.
La segunda planta recoge una extensa representación de vehículos comerciales, principalmente coches y motocicletas —aunque también hay espacio para los cortacésped—, en un estado de conservación excelente. Modelos que forjaron la fiabilidad de la marca en el viejo continente como Accord, Civic o Prelude, y otros que jamás salieron del país del sol naciente como el Kei Car Beat o la variante R del legendario NSX.
La tercera y última planta alberga el orgullo de la firma nipona, los vehículos de competición que han ayudado a enaltecer la leyenda de la marca en las carreras. Modelos como el Formula-1 de la escudería BAR-Honda, o el monoplaza que pilotó John Surtees, pasando por el idolatrado McLaren MP4/4, el último que pilotó Ayrton Senna. Mención aparte merece la división de motocicletas, que recoge monturas tan importantes como la NSR500 con la que Mick Doohan se proclamó campeón del mundo, así como algunas monturas de Moto GP pilotadas por Valentino Rossi o el malogrado Nicky Hayden.
Podría narraros unos por uno los modelos que componen la exposición, pero os recomiendo que seáis vosotros mismos quienes la saboreéis desde la comodidad de vuestro sofá.
Ah, y un último consejo: No entréis en la tienda de suvenires, porque os van a encantar las cosas que veréis y por os quedareis con las ganas de adquirir algo.