Los aficionados del automovilismo nos hemos levantado hoy con la triste noticia del fallecimiento de Stirling Moss, considerado uno de los mejores pilotos de Fórmula 1 de la historia, pese a no haber conquistado jamás un campeonato.
Eterno subcampeón
El piloto británico empezó a forjar su leyenda en el año 1955, cuando se proclamó subcampeón del mundial a los mandos del Mercedes-Benz W196, derrotando incluso a Juan Manuel Fangio en el GP de Gran Bretaña, y convirtiéndose así en el primer piloto británico en ganar en casa. Los subcampeonatos de 1956, 1957 y 1958 también cayeron en su palmarés, donde figuran 16 victorias entre los años 1951 y 1961.
Pero la maestría de Moss no tenía límites y probó suerte en otras competiciones como rallies y carreras de resistencia, donde sumó un total de 212 triunfos. Cruzó el charco para disputar carreras de Nascar y las 500 millas de Indianápolis. Pero su mayor triunfo lo consiguió en el año 1955 al establecer un nuevo récord en la Mille Miglia, la prestigiosa carrera de resistencia a través de Italia. Moss, a bordo de su Mercedes-Benz 300 SLR, recorrió los 1597 km de la prueba en 10h 7m 48s, estableciendo una media de velocidad de casi 158Km/h.
Salud de hierro
Stirling Moss gozó de una salud envidiable, lo que le permitió asistir a eventos del mundo del motor y disputar carreras de exhibición de clásicos hasta los 81 años. Pero en el año 2016 sufrió una infección en el pecho que empezó a mermar su estado hasta el día de hoy, en el que el piloto ha marchado para dejar paso a la eterna leyenda.
Hasta siempre, Gentleman.